ELIMINAR LAS MANCHAS FACIALES
Hay gran cantidad de lesiones cutáneas que se manifiestan a través de manchas en la piel. Es importante determinar de qué tipo son, para derivar el tratamiento al especialista correspondiente.
Eliminar o mejorar las manchas
Colaboración del paciente
Eliminar las manchas en cara, cuello, escote, o manos, se puede conseguir mediante diferentes técnicas.
Es uno de los tratamientos más demandados dentro de las clínicas de Medicina Estética, ya que con el paso de los años y con la exposición del organismo al sol, van apareciendo en la piel gran cantidad de manchas.
Para conseguir los resultados deseados, es tan importante la labor del Médico Estético como los productos o equipos empleados; así como la implicación por parte del paciente para la aplicación de los productos que sean necesarios y evitar en la medida de lo posible exposiciones al sol.
Mediante peeling químico
El tratamiento base
Para eliminar manchas faciales, se aplica el peeling químico en forma de mascarilla. Se reducen arrugas superficiales, y signos del envejecimiento. Este procedimiento tiene una duración que dependerá del tipo de ácido empleado y será siempre supervisado por el Médico Estético.
Los peelings químicos se usan para mejorar el aspecto y la calidad de la piel dañada por el sol, mejorar la textura y luminosidad de la piel, disminuir arrugas, mejorar cicatrices de acné o varicela y decolorar o eliminar las manchas de la piel.
A mayor profundidad, mayores efectos y mayor duración de los resultados, pero sin olvidar que todos los tratamientos tienen su proceso y sus indicaciones, que deben ser en todo momento recomendadas por un profesional de la Medicina Estética
Tratamiento con Luz Pulsada Intensa o IPL
La luz que ayuda a mejorar las manchas
Es un tratamiento que consigue clarear la piel, obteniendo unos resultados sorprendentes. Es necesario realizar varias sesiones.
El principio de funcionamiento se basa en que la energía lumínica emitida por el equipo, es absorbida por la melanina de las manchas.
Las manchas faciales se calientan repentinamente, provocando de este modo que se oscurezcan. A los días desaparecen, dejando la piel más clara.
También por otro lado, el calor intenso que penetra en la dermis, genera un calentamiento de los fibroblastos, haciendo que la piel regenere y se muestre más tersa y joven.